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Es bien sabido que los riesgos de generar un negocio son altas, como también puede ser las expectativas. Antes de comenzar con tu negocio propio, es aconsejable asesorarse bien y contactar a un ingeniero comercial –por ejemplo- para que te ayude a vislumbrar la factibilidad de tu proyecto. Es importante que sepamos si nuestro producto o servicio tiene viabilidad para realizar un buen negocio.
Tantear el terreno es importante, y por tanto, crear estudios sobre ubicación, rentabilidad, externalidades, y otras más, es un paso que entrega seguridad financiera. Es una base o respaldo que te ayuda a tomar una buena decisión y dar el siguiente paso.
Cuando comiences a emprender con tu negocio, verás todas las ventajas y beneficios que conllevan, estas pueden ser;
- Independencia Financiera: Tú eres el dueño y por tanto no hay un límite de ingresos que puedes percibir para el rubro en que te desempeñas. Eso sí, estará ligado al tiempo que le dediques y el esfuerzo que hagas.
- Innovador: La experiencia que comenzarás a ganar permitirá que al paso del tiempo, lleguen ideas nuevas, creativas e innovadoras que implementarás a tu producto o servicio.
- Tiempo: Tú dispondrás de tu tiempo, lo emplearás cuando estimes conveniente, pero recuerda, el sacrificio trae frutos.
- Desarrollo de nuevas actitudes y aptitudes: Aprenderás y ejecutaras nuevos procedimientos o decisiones de acuerdo a las situaciones o acciones que vayan surgiendo. Por lo tanto, es una experiencia enriquecedora surgir con un emprendimiento.
- Posibilidades de crecimiento: Dependiendo del éxito de tu empresa, puedes ampliarte con nuevos negocios y tener gente a tu disposición.
- Autonomía y libertad: No todas las personas gozan de esos valores tan preciados. La mayoría está bajo las decisiones de un empleador lo cual se encuentra limitado económicamente y a veces creativamente.